lunes, 20 de abril de 2009

Declaratoria Bases Programaticas

DECLARATORIA DE BASES PROGRAMÁTICAS

CAPÍTULO I

DECLARATORIA DE FE Y DEMOCRACIA

1. Nosotros, los integrantes del partido político Cuatro Puntos Cardinales (C.P.C.) nos hemos reunidos en Av. General Flores 2628, 1º Piso, Departamento de Montevideo, para reafirmar nuestra fe en la República Oriental del Uruguay, su Constitución y en cada uno de sus habitantes, como cimiento indispensable para un mundo pacífico, próspero, más justo y en la búsqueda de la recuperación nacional y la felicidad pública, por intermedio de la creación de una nueva conciencia nacional, basada en el respeto a la palabra de honor y en la dignidad personal.

2. Reafirmamos solemnemente, en este momento histórico, que la República Oriental del Uruguay, es el hogar natural de la familia como base de la sociedad. Por la familia y con la familia, haremos realidad la aspiración universal de paz, progreso, ejerciendo su derecho a la felicidad pública, la esperanza y la prosperidad compartida, mejorando la autoestima personal de cada habitante y la recuperación del orgullo nacional.

3. Entendemos a la Democracia como una actitud mental, un testamento espiritual, no una estructura económica ni una maquinaria política al servicio de unos pocos. La Democracia es un proceso educativo. Una manera especial, cristalina, del bien servir a la función pública o privada y a la gente, tratándola con dignidad y honor. La Democracia es una manera de vivir internamente y externamente, en el respecto por el otro, que se refleja en el respeto por sí mismo. La Democracia es, tener la mirada puesta en los valores superiores de la Patria, para concretar la felicidad pública, que cobija y protege a los más débiles, con el manto de la realidad y la esperanza, de un porvenir venturoso.

CAPÍTULO II

BASES DEL HONOR PÚBLICO

DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY

4. El Gobierno Nacional es el único responsable del honor a nivel nacional y mundial de la República Oriental del Uruguay. Con su ejemplo directo y personal, manifestándose día tras día, en el honor de sus integrantes, la dignidad y transparencia de su accionar, pago por el Tesoro Nacional, siendo un funcionario público más, administrador, que vive de las arcas del Estado. Como administrador, sometido a todas las consecuencias que tiene cualquier administrador, público o privado, la responsabilidad estará en el jerarca, siempre. Los juicios que deberá pagar el Estado por sus errores, malversación de fondos, etc., se traducirán en años de cárcel o en años de trabajo social, en bien de la comunidad que deshonró. Siempre tiene su directo, personal y legítimo derecho a renunciar, si la responsabilidad lo excede en su capacidad. Asumir y continuar en el cargo, significa aceptar toda la responsabilidad y consecuencias de sus actos públicos y privados. Esto se aplicará a cualquier cargo público, actos o contratos de particulares con el Gobierno y cualquier otra forma de trabajo o contrato mixto, o relación laboral: Estado-Estado, Estado-Particular.

5. Será el Gobierno Nacional el instrumento más eficaz e incansable, en el logro de cubrir todas las prioridades, con resultados positivos, inteligentes, visibles, (no estadísticos simplemente), en el desarrollo y el progreso de toda zona: urbana, semiurbana o rural, villa, pueblo ciudad o capital.

6. El Gobierno Nacional combatirá sin tregua, la pobreza, la ignorancia y las enfermedades como VIH/SIDA y suicidio, así como la violencia, el terror y el delito, venga de donde venga y sea de quien sea. El incremento de cualquiera de estos índices, dará lugar a la renuncia inmediata, por su honor, al jerarca respectivo. Será deshonor, mantenerlo en el cargo o protegerlo declarando “asunto político” o similar, tal negligencia o incapacidad del jerarca, por parte de su colectividad política o acuerdos partidarios.

7. Será de Emergencia Nacional, para el Gobierno, la lucha contra la degradación humana, desde el vientre de la madre, hasta la sepultura. Revertirá el desmembramiento de la familia uruguaya, generada por la desgarrante emigración del pueblo oriental, originaria de políticas indolentes, de gobiernos intelectualmente pobres y humanamente indignos, en un país rico. Actitud negligente, en pro de la destrucción de la dignidad humana, y quiebre de su voluntad, puesta de manifiesto, en tener que juntar firma tras firma, para proteger el patrimonio nacional, en forma directa por el Pueblo Oriental. No se elige un Gobierno, por parte de la ciudadanía, para levantar firmas, en cada decisión contraria que toma o quiere tomar, el administrador central, pago por el pueblo. “Alguna diferencia debe ponerse entre los servidores de la patria y los que no han hecho más que multiplicar nuestros trabajos” - General José Artigas.

8. Reafirmamos nuestra certeza, en el papel ineludible e imprescindible de la dignidad y ética del Gobierno Nacional, que recae en cada uno de los integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Directores de los Entes Autónomos y Servicios Descentralizados, Administración Central y demás. Recordamos sobre el tema que: “Si aún queda alguno mezclado entre vosotros que no abrigue sentimientos de moral, patriotismo y desinterés, que huya lejos de nosotros, que nos deshonra” – General José Artigas.

9. El Gobierno Nacional fortalecerá día a día, el sistema democrático, con hechos que acreciente su credibilidad, actuando de manera ordenada, coherente, de palabra justa, creíble, donde el sí sea el sí, y el no sea el no. Donde los trámites, los proyectos, sean aprobados porque sirven y no por quién los recomienda. Donde sea abolida la burocracia, por un sistema inteligente de funcionamiento, orgullo para el país y el mundo.

10. Se cumplirá con el ejemplo propio, a igual función igual remuneración, derechos y obligaciones iguales, como en las licencias de los legisladores, Entes Autónomos, Servicios Descentralizados, etc. Veinte días de licencia reglamentaria, correspondiente, sin secretarios de privilegios, pagos por el pueblo, ni inmunidad parlamentaria, por sus dichos.

11. El Gobierno procurará la integración social, política y económica de los Estados Americanos.

12. El Gobierno velará porque la sociedad familiar, cuente en forma oportuna y conveniente, con los recursos que necesite para cumplir con sus funciones.

13. Se perfeccionará el Sistema Judicial, en su funcionamiento y se protegerá el Art. 11 de la Constitución “El hogar es un sagrado inviolable”, “Legítima defensa” y “defensa de la dignidad y el honor”, a fin que predomine el imperio de la Justicia y la Ley en todos sus aspectos. Recordemos que: “Es preciso que los hombres vean que se castigan los delitos para que entren en la sociedad por la puerta del honor” – General José Artigas.

CAPÍTULO III

BASES DEL HONOR DE LA CIUDADANÍA

14. “Los males se perpetúan, si cada ciudadano no se manifiesta interesado en la defensa del país” – General José Artigas.

15. Reafirmamos el papel imprescindible de cada habitante, en el logro de la felicidad pública para el cambio del sistema actual de VALORES, que educa para la incertidumbre, en lugar de hacerlo para la certeza y el valor, la dignidad y el honor, desprotegiendo al hombre a sí mismo, a su familia y a su Nación. Es imprescindible educar para un sistema humanista, solidario, cooperativo, dejando la prioridad del salvaje liberalismo actual.

16. Estamos decididos a establecer una paz justa y duradera en nuestro país, reafirmando nuestra determinación de apoyar todos los esfuerzos encaminados a hacer respetar la igualdad, de cada habitante, que emerge del libre ejercicio de la práctica de los derechos, deberes y garantías, de un Estado pleno de Derecho, según lo establece la Constitución de la República.

17. Defendemos el derecho a la libre determinación de los pueblos. A la no injerencia en los asuntos internos de las Naciones. El respeto a la igualdad de derechos y oportunidades de todos, sin distinciones de: raza, sexo, religiones, idioma, educación, cultura o ideología. Propiciamos la cooperación nacional e internacional, para resolver por la mediación, negociación y conciliación, pacífica, todos los problemas que puedan surgir de un mundo en crisis y una globalización mundial.

18. Sostenemos que toda esta crisis que nos enfrenta hoy, fundamentalmente la originada por la globalización, la transformaremos en una fuerza positiva para todos los habitantes de la República Oriental del Uruguay. Será una reafirmación de la identidad histórica oriental, de sus héroes y su pasado.

19. Para ello defenderemos determinados valores esenciales, para un buen manejo de las relaciones nacionales e internacionales y crecimiento en su honor y dignidad por parte de cada ser humano, a saber:

19.1. La libertad. Los hombres y las mujeres tienen derecho a vivir su vida, a criar a sus hijos con honra, dignidad, libres del hambre, la miseria moral y material y del temor a la violencia, la opresión y la injusticia. LA única forma de garantizar esos derechos, es contar con gobiernos democráticos honrados, transparentes, dignos, eficientes, previsores, humanos y participativos, que reflejen ampliamente la buena voluntad del pueblo.

19.2. La igualdad. No deberá negarse a ninguna persona de la República Oriental del Uruguay, ni a ninguna Nación, la posibilidad de beneficiarse del derecho universal, al desarrollo, al progreso, a la libertad de elegir su destino y ser educado para vivir en democracia, por el bien propio, su familia, sus semejantes y su Nación. Debe garantizarse la igualdad de derechos y oportunidades de hombres, mujeres y niños, a todos los niveles, que legítimamente corresponda. Se coordinarán a las personas con capacidades diferentes, para la eficiencia, y su mayor respuesta acorde a sus mejores intereses y los de la República.

19.3. La solidaridad. Los problemas nacionales y mundiales deben abordarse de manera tal que los costos y las cargas se distribuyan conforme a los principios fundamentales de la equidad y la justicia social donde los que sufren, o los que menos se benefician, merecen la ayuda de los más beneficiados. Es la real inversión, a nivel nacional, del bien público, para lo que se paga a los gobernantes, en lo interno y externo. Se reajustará en forma más equitativa, el sistema jubilatorio y de salud pública.

19.4. La tolerancia. Los seres humanos se deben respetar mutuamente, en toda su diversidad de sexos, razas, creencias, expresiones, educación, culturas e idiomas. No se deben temer, ni reprimir las diferencias dentro de las sociedades ni entre éstas; por el contrario, deben apreciarse como irremplazables bienes de la humanidad. Para ello se activará, todo el sistema educativo, para enseñar, no sólo los derechos, sino también los deberes y obligaciones que implica el sistema democrático, para vivir en paz y en progreso constante. Serán los gobernantes, en sus actos y expresiones, el ejemplo viviente, de este postulado clave.

19.5. Se debe promover activamente una educación claramente definida, decidida, a favor de la paz, el progreso, la justicia, la solidaridad, la cooperación y el diálogo entre todos los habitantes de la República Oriental del Uruguay y todas las civilizaciones del mundo. Se educará para el valor, no para la incertidumbre. Para la ética, la dignidad y el honor. Se educará para el orgullo de saber por el saber, para progresar en paz y en felicidad.

19.6. Se proyectará un Uruguay moderno, futurista y ecológico. Se actuará con una estricta planificación y con máxima prudencia en la educación sistemática para la protección y cuidado, de todas las especies vivas y todos los recursos naturales, conforme a los preceptos de un desarrollo natural sostenible, respetando el ecosistema. Sólo así podremos conservar y transmitir a nuestros descendientes, las inconmensurables riquezas que nos brinda la naturaleza, en sus cinco reinos. Es imprescindible modificar las actuales pautas, insostenibles, de producción destructiva, indiscriminada y contaminación ambiental. De ello depende nuestro bienestar presente, futuro y el de nuestros descendientes.

19.7. Se responsabiliza en forma clara y definida, al Gobierno en la gestión del desarrollo personal integral, cultural, político, económico, natural y biosíquico social, sostén de la democracia, en la República Oriental del Uruguay, lo mismo en lo que hace a las amenazas que pesan sobre la paz y la seguridad nacional e internacional, que afiancen la estabilidad y la prosperidad compartida de los habitantes de nuestro país y del mundo.

20. Para concretar en acciones estos valores comunes, hemos formulado una serie de objetivos claves a los que atribuimos especial importancia.

CAPÍTULO IV

PAZ – SEGURIDAD - PROGRESO

21. Concentraremos nuestros esfuerzos para liberar a nuestra República Oriental del Uruguay del flagelo del hambre, la miseria, el suicidio, el desempleo, la inseguridad y la violencia ya sea física, sicológica, moral o de cualquier otra forma que se denigre al ser humano.

22. Colaboraremos infatigablemente para eliminar los peligros que suponen las armas de destrucción masiva. Seremos duros adversarios a las ideas de la guerra, que jamás se han justificado en el tiempo y en la historia. Jamás mueren los gobernantes genocidas, declarantes de la guerra, muere la juventud, inocentemente patriótica de una nación.

Por todo lo anterior, decidimos:

23. Consolidar el respeto al imperio del honor, la justicia y la ley de los asuntos nacionales e internacionales. En particular, velar porque los gobernantes cumplan con sus responsabilidades, de acuerdo a lo establecido en sus campañas electorales, por su honor personal y por la dignidad de la investidura del cargo que la República Oriental del Uruguay les confiere y paga por sus servicios, que libremente aceptan por propia voluntad y sin presión de orden alguno, debiendo honrar los rectores principios éticos que les impone la Historia.

24. Implementar el funcionamiento inteligente, en la educación sistemática los tres Poderes de la República Oriental del Uruguay, Entes Autónomos, Servicios Descentralizados, Administración Central y demás organizaciones públicas y privadas, para el progreso sostenido del país, el mantenimiento de la paz, la seguridad personal y familiar, la prosperidad compartida y la felicidad pública de sus habitantes.

25. Fortalecer la cooperación entre las organizaciones departamentales, regionales, nacionales y con las Naciones del mundo, que promuevan una educación progresista, respeto por el honor, la dignidad humana, fuentes de trabajo, salarios dignos y rentabilidad justa acorde a la inversión, lejos de los intereses de usura que siempre denigran a ambas partes, al ser humano y a su familiar, y en definitiva, al país que la permite.

26. Velar por que se apliquen los tratados sobre cuestiones tales como: el control de armamento y desarme, el respeto a todos los derechos humanos, normas jurídicas, y pedir a todos los países que suscriban y ratifiquen el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

27. Adoptar medidas concertadas contra el terrorismo internacional y todo tipo de violencia nacional e internacionales, y adherirnos cuanto antes a todas las Convenciones, Protocolos y Tratados internacionales pertinentes.

28. Intensificar nuestra lucha contra la delincuencia nacional y transnacional en todas sus dimensiones, incluida la trata de blancas, de niños, el contrabando de seres humanos, de órganos, la droga y el blanqueo de dinero.

29. Reducir al mínimo, en la República Oriental del Uruguay, las consecuencias negativas que los acuerdos económicos de cualquier índole, puedan tener en las poblaciones inocentes, sometiendo a los gobernantes a regímenes de severas sanciones por incumplimiento de sus obligaciones, y realizar controles cruzados y periódicos, eliminando así las consecuencias adversas, por descontrol, incapacidad o intereses personales, en el ejercicio de la función pública.

30. Esforzarnos en colaborar para eliminar las armas de destrucción masiva, en particular la armas nucleares, y mantener abiertas todas las opciones para alcanzar esa meta, incluida la posibilidad de convocar una Conferencia Internacional, con el apoyo de las Naciones Unidas, para determinar formas adecuadas de eliminar los peligros nucleares, armamentistas, armas químicas y demás.

31. Adoptar medidas concertadas y efectivas, para poner fin al tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras, en particular, dando mayor transparencia a las transferencias de armas y respaldando medidas de desarme nacional, regional y mundial, teniendo en cuenta y aplicando toda legislación vigente, de la República Oriental del Uruguay, así como las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras.

32. Instamos a todos los países del mundo a que observen la Tregua Olímpica, individual y colectivamente, ahora y en el futuro, que respalden al Comité Olímpico Internacional en su labor de promover la paz y el entendimiento humano mediante el deporte y el ideal olímpico.

CAPÍTULO V

PASTOS VERDES - AGUAS AZULES - PROSPERIDAD COMPARTIDA

33. No escatimaremos esfuerzos para librar a nuestros semejantes, hombres, mujeres y niños, de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema a la que en la actualidad está sometido un alto porcentaje de los habitantes de la República Oriental del Uruguay. Haremos realidad para todos, el derecho al desarrollo, a una vida digna, personal, familiar, de esperanza y mano amiga, sincera.

34. Resolvemos, en consecuencia, crear en el plano nacional y mundial, un entorno propicio al desarrollo de la prosperidad compartida y a la eliminación de la pobreza. Restauraremos el saludo del “buen día” al amanecer, que se presenta venturoso, y las “buenas noches” para que realmente traiga un sueño reparador, después de la jornada de trabajo honrada. Abrir los ojos a un mundo maravilloso, donde todos estén orgullosos de ser quienes son, de su Patria, sus gobernantes y toda la familia unida, sepa que la sombra del destierro, la emigración, el hambre y la deshonra, no se repetirán jamás.

35. El logro de los objetivos, depende entre otras cosas, de la excelencia de los gobernantes, en las respuestas rápidas y eficientes a los problemas que se presenten en la República Oriental del Uruguay. Depende también de la transparencia de los sistemas financieros, monetarios y comerciales. Será un sistema industrial, comercial, agropecuario y financiero multilateral, abierto, equitativo, basado en normas cristalinas, previsibles y no discriminatorio.

36. Nos preocupan los obstáculos a que nos enfrentamos como país en desarrollo, para lograr los recursos necesarios para financiar nuestro progreso sostenible. Haremos, por consiguiente, todo cuanto está a nuestro alcance para que tenga éxito cada gestión nacional e internacional, que nos lleve a la creación de fuentes de trabajo, fuentes que conduzcan a concretar el sueño de nuestros antepasados, que vieron en las inmensas posibilidades de la República Oriental del Uruguay, rica en sus fértiles tierras, de pastos verdes, aguas azules, a la espera de políticas creativas y coherentes que reafirmará a cada ser humano en el derecho a participar en la esperanza, en la dicha compartida, en la certeza de luchar hoy por un futuro mejor, cierto, para nosotros, nuestros hijos y las generaciones venideras.

37. Negociaremos con nuestros acreedores sin más demora, un Programa de alivio en la deuda externa de nuestro país y demás países pobres, muy endeudados, a cambio de mostrar la firme y real determinación de reducción de la pobreza, y lo lograremos efectivamente con resultados muy visibles, no simplemente con datos estadísticos.

38. Estamos decididos, en lo interno, asimismo, a abordar de manera global y eficaz, los problemas de la deuda externa e interna, adoptando diversas medidas en el plano nacional e internacional, para que nuestra deuda sea viable en su pago, por un floreciente, movimiento productivo programado a nivel, nacional e internacional. Convocaremos a todas las fuerzas vivas para esta programación, sin excepción. Así como al Mercosur y al resto del mundo.

39. Resolvemos asimismo atender las necesidades especiales de los más infelices y menos privilegiados, poniendo en práctica, rápida y cabalmente, el Programa de Recuperación Nacional General José Artigas.

40. Reconocemos las necesidades y los problemas especiales de los países, como el nuestro, en vías de desarrollo, por lo que pedimos encarecidamente a los organismos internacionales, que aumenten su asistencia económica y técnica a nuestro país, para generar fuentes de trabajo y ayudarnos a superar el hambre, mejorando la calidad de vida, reduciendo el desempleo, y llegando a un ingreso digno en cada hogar, y una jubilación próspera, para todos los habitantes de la República Oriental del Uruguay.

CAPÍTULO VI

ASPIRACIONES PARA LA PRÓXIMA DÉCADA

41. Reducir a la mínima expresión posible el porcentaje de habitantes de la República Oriental del Uruguay cuyos ingresos sean los básicos mínimos, así como minimizar el porcentaje de las personas que padezcan hambre.

42. Eliminar el porcentaje de personas que carezcan de acceso al agua potable y saneamiento, en el ámbito nacional, aunque no puedan costearlo.

43. Velar por que los niños y niñas de todo el país puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria y que tanto las niñas como los niños tengan igual acceso a todos los niveles de la educación. Fortalecer la Educación adulta y permanente, a todo nivel, tanto general como profesional.

44. Reducir la mortalidad materna a la mitad y la mortalidad de los niños menores de 5 años respecto de sus tasas actuales.

45. Realizar permanentemente un ataque frontal en el ámbito nacional, a la propagación del VIH/SIDA, el suicidio y otras enfermedades graves que afligen a la sociedad uruguaya y al mundo. Aplicar la cuarentena prevista por la Ley, con los extranjeros, si es necesario. Esto es Seguridad Nacional.

46. Prestar especial asistencia y ayuda, hasta los 18 años cumplidos, a los niños huérfanos por causa del VIH/SIDA y a los que quedaren huérfanos porque alguno de sus progenitores, consanguíneos o adoptivos, o ambos, murieron en el cumplimiento de su deber, como por ejemplo, policías, soldados, guardias de seguridad, o un ciudadano común, en el ámbito nacional o internacional, en defensa del honor de otros habitantes, o de su hogar, en situación de riesgo de vida. Las instituciones privadas tomarán las previsiones del caso. Públicas y privadas protegerán hasta la mayoría de edad. El Gobierno Nacional velará inapelablemente por el cumplimiento de esta norma.

47. Haber mejorado considerablemente la forma de vida, por lo menos, de tres cuartas partes de los habitantes de los asentamientos irregulares y haber regularizado su situación, acorde a la justicia social y la Ley. Eliminación de la burocracia por recapitulación de orientaciones históricamente perjudiciales.

48. Defenderemos la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer como medio eficaz de combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, y de estimular un desarrollo verdaderamente sostenible.

49. Elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes de nuestro país, la posibilidad de encontrar un trabajo digno, productivo, de honor, para sí, su familia y orgullo para su patria.

50. Alentar a la industria farmacéutica, a la OMS, la OPS, a que aumenten la disponibilidad de los medicamentos esenciales y los pongan al alcance de todos los habitantes de la República Oriental del Uruguay y demás países en desarrollo que los necesiten, fundamentalmente para tratamientos costosos como son el de VIH/SIDA, la depresión, etc.

51. Establecer sólidas formas de colaboración con el sector privado, nacional e internacional y con las organizaciones de la sociedad civil en pro del desarrollo y de la erradicación del hambre, la miseria, la pobreza, las enfermedades, la mendicidad y la violencia, ya sea física, sicológica o moral.

52. Velar por que todos puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular de las de información, comunicaciones, de todas las ciencias del saber, de la ética y del honor, como forma de combatir desigualdades y de tener regímenes de gobiernos de prosperidad compartida.

CAPÍTULO VII

PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Un mundo maravilloso

53. Concentraremos nuestros esfuerzos por liberar a toda la población, y ante todos a nuestros hijos y nietos, de la amenaza de vivir en un país, dañado por las actividades irracionales, contaminantes del hombre, donde hoy hay excelentes recursos naturales, pero que seguramente mañana ya no alcancen, para satisfacer las necesidades de las generaciones venideras, si no actuamos con energía y rapidez.

54. Reafirmamos nuestra defensa en los principios sistemáticos de la ecología sostenible en la República Oriental del Uruguay, e incluirnos en los enunciados en lo convenido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.

55. Decidimos, por consiguiente, adoptar una exigente ética de conservación natural y resguardo en todas las actividades relacionadas con el medio ambiente, el ecosistema, en lo nacional y, como primer paso en ese sentido, en lo internacional, convenimos en hacer cumplir el Protocolo de Kyoto.

56. Intensificar nuestros esfuerzos colectivos en pro de la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques de todo tipo, en el ámbito nacional e internacional.

57. Insistir en que se aplique cabalmente el Convenio sobre la Diversidad Biológica.

58. Poner fin en la República Oriental del Uruguay, a la explotación indiscriminada de los recursos hídricos, declarándolos de interés nacional, formulando estrategias de ordenamiento estricto y coherente de esos recursos en el plano local, departamental, nacional, regional, que promuevan un acceso equitativo, un abastecimiento adecuado, y una rigurosa protección presente, para la reserva futura de tan preciado valor, actual e invaluable para las futuras generaciones.

59. Intensificar la cooperación a nivel nacional e internacional, con miras a reducir el número y los efectos de los desastres provocados por el hombre y de los desastres naturales.

CAPÍTULO VIII

Fortalecimiento de la Democracia

60. Garantizar el libre acceso a la información, en todo lo que acontezca en el país y el mundo, con el digno respeto y el honor que requiere la información, que forma la opinión pública, para el bien y el progreso del país, en su imprescindible función en defensa de los derechos humanos, la democracia y el buen gobierno que conduzca a la felicidad pública de sus habitantes.

61. Será nuestra prioridad, promover la democracia y fortalecer el imperio de la dignidad y el honor, y el respeto de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, reconocidas en el ámbito jurídico nacional e internacional, incluido el derecho al desarrollo y al progreso personal y familiar, en la recuperación y fortalecimiento del país.

Para tener un mundo maravilloso, proponemos:

62. Respetar y hacer respetar plenamente un Estado de Derecho, fortaleciendo nuestra identidad nacional.

63. Esforzarnos para lograr la plena protección y promoción de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales, a la vivienda decorosa, el derecho al trabajo y al salario justo, y a desempeñar una actividad laboral digna, para todas las personas de nuestro país.

64. Aumentar en nuestro país, y sostener a nivel internacional, la capacidad de aplicar los principios y la práctica de la democracia, el honor y el respeto a los derechos humanos, de las mayorías y los derechos de las minorías.

65. Luchar contra todas las formas de violencia a la mujer y al niño, y a las personas de capacidades diferentes, en pro de la eliminación de todas las formas de discriminación, incluidas las que no se mencionan en forma expresa en esta declaración.

66. Garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos de los emigrantes, los trabajadores migratorios y sus familias, eliminando los actos de segregacionismo, racismo, nazismo, y xenofobia, cada vez más frecuentes en muchas sociedades. Se promoverá una mayor armonía y tolerancia en toda la sociedad nacional e internacional.

67. Trabajar aunadamente para lograr procesos políticos más igualitarios, en que puedan participar realmente todos los ciudadanos, aportando sus ideas para mejorar la calidad de vida de todos y cada uno.

68. Garantizar la libertad absoluta de todos los medios de prensa y difusión, para cumplir su indispensable labor, y protegiendo el sagrado derecho a la justa y veraz información, basada en los principios éticos de la República Oriental del Uruguay.

69. Se concentrará todo el esfuerzo para lograr que los niños y toda la población civil necesitada, por debajo del nivel mínimo de pobreza, viviendo en condiciones infrahumanas, por la crisis y otras situaciones de emergencia humanitaria, reciban toda la asistencia y la protección, en el menor tiempo posible, que lo necesiten, para gozar de una vida digna, lo antes posible.

70. Ampliar y reforzar la protección de los civiles en situaciones de emergencias complejas, de acuerdo a la Constitución de la República Oriental del Uruguay y al derecho internacional humanitario.

71. Fortalecer la coordinación para la cooperación nacional, con fondos nacionales e internacionales, coordinando la asistencia humanitaria prestada a los más necesitados, en nuestro país.

72. Ayudar a todas las personas desplazadas de sus hogares por la crisis, la falta de trabajo, salarios magros, discriminatorios e inhumanos, permitiéndoles vivir en condiciones de seguridad y dignidad, y a reintegrarse sin tropiezos, lo antes posible, a la actividad laboral y social en sus respectivos medios.

73. Alentar la plena aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño y sus protocolos facultativos, relativos a la participación de niños en los conflictos armados, la venta de niños, la prostitución infantil, y la utilización de niños en la pornografía.

74. Instaremos a los empleados públicos a que, de conformidad con las normas y procedimientos claros acordados, aprovechen al máximo los recursos, en interés de todos los habitantes, aplicando las mejores prácticas y tecnologías de gestión disponibles, y prestando una atención especial a las tareas que reflejen las prioridades de todos, realizando una función ágil, rápida e inteligente.

75. Promoveremos la adhesión a la rápida recuperación nacional, dando el ejemplo el Gobierno Nacional, derogando sus privilegios y con una actividad transparente, colaborando cada uno desde su posición, lugar, medio, tanto a nivel personal como familiar, social, político y económico.

76. Pugnaremos porque exista una mayor coherencia y una mejor cooperación entre los habitantes de la República Oriental del Uruguay, sus organismos, las instituciones, así como otros órganos multilaterales, como BID, BM, FMI; etc., con miras a lograr criterios perfectamente coordinados en lo relativo a los problemas de la justicia, la paz, el desarrollo, y la felicidad pública.

77. Seguiremos fortaleciendo la unión entre la República Oriental del Uruguay y otras naciones, en diversos ámbitos, a saber: la dignidad, el honor, la paz, la educación, la seguridad, el desarrollo económico y social, el derecho internacional, los derechos humanos, la defensa del sistema democrático.

78. Ofreceremos al sector privado, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil en general: más oportunidades de contribuir al logro de las metas y los programas de la República Oriental del Uruguay, por la recuperación nacional en todos sus aspectos, hacia la prosperidad compartida y la felicidad pública de todos sus habitantes.

79. Pediremos a los órganos de gobierno, a través de sus gobernantes, que examinen periódicamente los progresos alcanzados en la aplicación de lo dispuesto por la presente declaración, y a cada partido político del gobierno, en todo momento, transparencia. Que publique informes periódicos para que sean examinados por la ciudadanía y sirvan de base para la adopción de positivas medidas ulteriores, para transitar el “Camino del Medio”, terminando así con los desencuentros, que llevan a plebiscito tras plebiscito, que originan descreimiento en los gobernantes y en los posibles inversores, restando así fuentes de trabajo para los habitantes.

80. Reafirmamos solemnemente en este momento histórico, que la República Oriental del Uruguay, es el hogar natural de la familia como base de la sociedad, mediante la cual trataremos de hacer realidad la aspiración universal de paz, progreso, felicidad pública, alentadora de la esperanza, fortaleciendo la autoestima, la dignidad y el honor personal, que hacen el orgullo nacional, que es como se proyecta el prestigio internacional.

“Reducidos por una reunión de circunstancias a esperarlo todo de nosotros mismos, la más perfecta unión es lo único que debe caracterizarnos” – General José Artigas.

Por consiguiente, declaramos nuestro apoyo ilimitado a estos objetivos y nuestra decisión inquebrantable por alcanzarlos.